La junta de Gobierno del ayuntamiento de Mieres, compuesta únicamente por miembros de IU, han adjudicado el contrato de limpieza de Mieres a una propuesta que conlleva una bajada de un 37.5% sobre la cuantía que habían calculado los técnicos municipales. Esta bajada, que todos comprendemos como “Baja Temeraria”, demuestra la poca importancia que le dan en IU a la limpieza de Mieres. Llevamos arrastrando 11 años de falta de limpieza y cuando se proponen una privatización de la misma, aceptan precios de saldo. Totalmente parece que quieren que “un Mieres sucio” sea la marca de IU.

Cuando se habla de una bajada de los precios de un 37.5% sobre el precio que marcaron los técnicos municipales solo pueden ocurrir dos cosas, o que los técnicos municipales no sepan calcular lo que cuesta la limpieza de Mieres, cosa que dudamos, o que la empresa se ha tirado a la piscina, lo que conlleva que pueda no dar servicio completo. Esta claro que la justificación por parte del departamento técnico de la tan brutal bajada podrá ser correcta, pero nos hace dudar que los mismos técnicos que primero afirman y calculan que el precio de limpiar Mieres es 9,6 millones, luego puedan justificar que con 6.3 millones se puede hacer.

Hay que poner el valor económico la baja que ha realizado la empresa adjudicaría, cerca de 3.5 millones de euros sobre los 9.6 que estimaron los técnicos municipales, que como hoy en día nos cuesta poner en valor el dinero, son casi 600 millones de las antiguas pesetas menos sobre un contrato de más de 1.500 millones de pesetas.

Desde el Partido Popular de Mieres estaremos muy atentos al seguimiento de este contrato, ya que hemos sido nosotros los que durante muchos años hemos defendido que la solución para limpiar Mieres era hacer estas privatizaciones que ha realizado el equipo de IU, pero siempre con las premisas de un control y seguimiento férreo de las mismas, supervisando y controlando lo que hacen las empresas externas para que den el mejor servicio. Lo que apreciamos desde el Partido Popular de Mieres es que, al igual que no le dan importancia a los servicios que contratan externamente, tampoco le hacen un seguimiento, principal error que se comete cuando se privatiza un servicio.