Son varias jornadas las que a las 11.30 de la mañana dejan de dar número para el registro municipal.

Esperas de más de 2 horas para poder registrar documentación o presentar un papel. Se implanta el registro digital y volvemos un siglo atrás en efectividad.

Once y media de la mañana, esa es la hora tope si quiere conseguir número en el registro municipal de Mieres, si llega más tarde, solo conseguirá un “vuelva usted mañana y punto”.

Esta es la realidad que viven los usuarios mierenses del registro municipal: largas colas bajo la lluvia y el frio, horas y horas de espera sin tener un lugar donde poder sentarse y un registro el cual, con la digitalización y expediente electrónico implantado en el Ayuntamiento, ha retrocedido 20 años, volviendo al siglo pasado en efectividad y servicio.

Parece que nuestro alcalde ya no le interesa pasa por el lateral del Ayuntamiento y ver las largas colas del registro, ya que su falta de capacidad para reorganizar los servicios municipales ante un problema tan grave como el que se está produciendo es plausible. No pone un mínimo de interés por dar una solución o por lo menos preocuparse de buscarla. Han sido varias comisiones en las que hemos pedido que se reforzara el servicio, que se “adecuara” la zona de espera y que se tuviera un poco de consideración con los vecinos que pasan horas y horas esperando, pero todo sigue cayendo en oídos sordos. Seguimos sufriendo un Equipo de Gobierno que desconoce los problemas reales de los vecinos al seguir atrincherados en su castillo y la única solución que dan es un “vuelva usted mañana”.

Tampoco admitimos la excusa que sea el único registro municipal que admite documentos destinados a otros organismos o ayuntamientos, ya que, tras varios días informándonos, apenas un 5% de los registros no son destinados al Ayuntamiento de Mieres. No se puede colapsar un registro por tan poco.

El Grupo Municipal Popular exigimos que se tomen medidas urgentes para solucionar el colapso en el registro municipal, para que se siga dando un servicio completo de horario y que se dote a la zona de espera de unas medidas mínimas de decencia para que los usuarios puedan esperar en condiciones dignas.

No se puede permitir vecinos de 80 años esperando horas y horas de pie, bajo el sol y la lluvia, sin poder sentarse o resguardarse del frio, estamos en el siglo XXI y es necesario avanzar en la calidad de los servicios, no solo en efectividad y rapidez, sino también en el aspecto humano, preocuparse un mínimo por las condiciones de espera de los usuarios. Tristemente estamos dando una imagen de un Ayuntamiento de los años 30 del siglo pasado.