Nunca se entra por la violencia dentro de un corazón
2017 / 11 / 20 ( La Nueva España )
Isaac Asimov dijo una vez: “La violencia es el último refugio del incompetente”. Cuando hablamos del término violencia, deseamos referirnos a cualquier clase de fuerza descomedida llevada a cabo como medio creíblemente necesario para alcanzar el desventurado propósito de imponer, controlar o dominar a aquel o aquellos que la sufren.
Por desgracia, en nuestro país, una de las mayores problemáticas registradas en los últimos años ha sido la violencia de género; lo que nos lleva a pensar que la mayor parte de los llamados “incompetentes” son aquellos hombres y mujeres cuyo refugio es imponer o controlar a su pareja abusando de ella, causándole daño físico o incluso provocándole la muerte. Y, lamentablemente, son las mujeres las que mayormente han ido convirtiéndose en víctimas de esta tremenda lacra.
El año 2016 cerró con la friolera de cuarenta y cuatro mujeres asesinadas, cifra que ya ha sido superada en este 2017. Tan sólo el 20% de ellas había presentado denuncia.
Observando estos escalofriantes datos, y como mujer que soy, quiero decir “¡basta!”.
Soy consciente de la dificultad de creer que tu propia pareja pueda llegar a causarte dolor. Sé lo duro que puede llegar a ser aceptarlo. Pero también sé que es aún más duro soportarlo, ya se trate de una violencia física, psicológica, económica, social, sexual o de cualquier otra índole. Ninguna de nosotras debe vivir con miedo. Nadie debe hacerlo.
Desde Nuevas Generaciones y desde el PP de Mieres, y sobre todo, desde estas líneas, deseo pedir a todas las mujeres que sufren este tipo de violencia, que no lo toleren más. Que el miedo deje de controlar sus vidas: nadie tiene derecho a controlar ni a dominar vuestro día a día y en nuestra mano está la única salida. El número 016 no deja ningún tipo de rastro en la factura telefónica y puede ser el comienzo de una nueva vida.
Y sobre todo, contadlo. Compartid vuestro sufrimiento para que vuestro entorno pueda ayudaros. Dar el paso puede llegar a ser duro, pero si os rodeáis de un entorno valiente y que pueda manifestaros su apoyo, bien marcando los tres dígitos anteriormente mencionados, bien acudiendo a los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado, sabréis que no estáis solas.
Durante la primera legislatura de Mariano Rajoy como Presidente del gobierno se llevaron a cabo una serie de medidas contra la violencia de género, realizándose la Estrategia Nacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer; se incluyó por primera a vez a los hijos de la pareja cómo víctimas, y, además, se tipificó como tal por primera vez en la historia el delito de acoso en el Código Penal, comprometiéndonos en las últimas elecciones a llevar a cabo un gran pacto de Estado.
El pacto fue aprobado el pasado mes de septiembre en el Congreso. Sin embargo, y tras esperarse encarecidamente una unanimidad histórica, Podemos decidió no apoyar este gran acuerdo. Ellos sabrán por qué lo hicieron, pero hoy no me toca detenerme en esta cuestión, sino en resaltar algunas de las más importantes medidas de las más de doscientas que integran el pacto.
Este gran pacto supondrá la puesta en marcha de una dotación presupuestaria de alrededor de 1000 millones de euros, repartidos entre Estado, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos.
La medida más importante es que las mujeres que sufran maltrato podrán tener asistencia sin necesidad de presentar denuncia, y no, eso no supone que cualquier mujer pueda inventarse un maltrato como algunos piensan, sino que si este maltrato queda acreditado por algún medio, por ejemplo, un parte médico o un informe de los servicios sociales, la mujer ya puede beneficiarse de la asistencia antes de presentar la denuncia.
También se suprime la confesión como atenuante en estos delitos, se impide la custodia compartida en casos de condena por violencia de género, las personas encargadas de los menores huérfanos por estos hechos tendrán preferencia para optar a vivienda protegida. En materia educativa se incluirán contenidos en favor de la igualdad y contra la violencia de género en todas las etapas educativas, se podrá acceder a las becas de estudio y mantenerlas con la excepción de la exigencia de cumplimiento de umbral académico cuando se acredite una situación de violencia de género.
También se amplían las sanciones a los clubes deportivos que permitan cánticos que hagan apología de la violencia de género.
En definitiva, un gran pacto que pretender poner fin a esta lacra, y que espero nos acerque aún más a la completa erradicación de este tipo de violencia, haciéndonos comprender al fin que, como bien citaba Molière: “Nunca se entra, por la violencia, dentro de un corazón”.
Andrea Fanjul
Vicesecretaria General Nuevas Generaciones