El pacificador del PP de Mieres

2017 / 05 / 22  ( La Nueva España )

José Manuel Rdríguez ha sido reelegido presidente del PP de Mieres tras un primer mandato al frente de la agrupación local y dos candidaturas fallidas a la Alcaldía del concejo. El balance electoral del partido a nivel municipal es indiscutiblemente gris durante este período, pasando de 4.433 votos en 2011 a los 2.757 obtenidos en 2015. El vuelo de la gaviota en Mieres es más bajo que nunca y, sin embargo, José Manuel Rodríguez fue aclamado el pasado martes como un líder sólido y apreciado a nivel interno.

Pese a que el partido está sometido a estricta dieta de votos, el PP mierense ha encontrado en su actual presidente algo de lo que caería desde hace veinte años. Las avinagradas e incluso en ocasiones desatadas divisiones parecen haber quedado atrás y buena parte del mérito, según reconoce la junta directiva, es de Rodríguez, que ha sabido dar cobijo a las nuevas generaciones del partido, con Víctor Ferreira al frente, al tiempo que ha logrado integrar a referentes que se habían alejado de la primera línea, como Beatriz Llaneza, nueva secretaria general de la agrupación.

El PP de Mieres lleva dos décadas marcadas por fatigosas discusiones internas. Unas generadas a nivel local y otras marcadas por disputas regionales de largo alcance. La primera refriega reseñable se remonta justo 20 años en el tiempo, cuando en 1997 José Coto se enfrentó al fundador del partido en Mieres, José Martínez Prieto, en un tenso congreso que se decantó a favor del segundo por sólo un puñado de votos. La agrupación mierense superó el trance y recuperó la paz hasta que en el año 2003 el por entonces presidente de Nuevas Generaciones del PP de Mieres, José Antonio Álvarez Juy, dimitió de todos sus cargos de responsabilidad. Lo hizo tras acusar a José Martínez Prieto de haber alterado la composición de la lista electoral, sin el consentimiento de las bases, y saltándose los estatutos internos de la formación. Sin más fue relegado del puesto tres al siete y Álvarez Juy no se mordió la lengua, dedicando palabras muy gruesas a Martínez Prieto. La herida fue profunda y tocó hueso, ya que Álvarez Juy era en aquel momento posiblemente la principal fuerza emergente dentro del partido.

Finalmente Martínez Prieto decidió apartarse en 2004 dejando paso a José Coto, un cambio generacional que había comenzado a fraguarse en 1997 y que parecía que traería vientos de renovación. A Coto no tardaron en salpicarle problemas internos. En el verano de 2006 surgieron tensiones en su directiva. El enfrentamiento acabó con el cese de Sixto Orejas, por entonces responsable de Comunicaciones. A continuación dimitió José Frey, el brazo derecho de Coto desde casi el inicio de su andadura política. Hubo graves descalificaciones personales. Además, los dos dirigentes salientes se convertirían en las puntas de lanza del desembarco de Foro en Mieres.

Los citados desencuentros quedaron casi relegados a la categoría de simple anécdota a finales de 2008. En noviembre estaba en marcha el proceso de elección de los compromisarios para el congreso regional. En plena votación un enfrentamiento verbal y físico que protagonizaron los dirigentes locales y el por entonces responsable regional de Nuevas Generaciones, Diego Comins, acabó con todo el PP en los juzgados. Lo que empezó con una discusión acabó en pelea y la urna rota en el suelo en medio de la sede. Comins y el por entonces secretario general del partido, Elías Álvarez, sufrieron lesiones al cortarse. Las papeletas quedaron manchadas de sangre.

Este triste suceso dañó las deterioradas relaciones del PP de Mieres con la dirección regional. Tras meses de tensiones, en junio de 2009 el comité ejecutivo regional destituyó a toda la Junta Local de Mieres. La decisión se tomó por unanimidad y tras una reunión que duró apenas minutos. Había poco que discutir. Se les achacó haber facilitado al gobierno socialista mierense la aprobación de los presupuestos pese a recibir una orden directa para que se desmarcasen de cualquier acuerdo, que, por otra parte, ya estaba cerrado. Votaron en contra, pero el grupo popular acudió al Pleno sin tres de sus siete ediles, otorgando la mayoría al PSOE. Se entendió entoces como un argucia y, poco después, los ediles díscolos, con José Coto al frente, fueron expulsados del partido. El PP de Mieres quedó hecho pedazos.

De nuevo, los incendios del PP asturiano se alimentaron de la leña cortada en Mieres. Elías Álvarez se integró en IDEAS, el partido fundado por Juan Morales, y se presentó como candidato a la alcaldía de Mieres. No consiguió representación, pero por poco, y arañó unos cuantos cientos de votos al PP. Por entonces el partido ya había puesto al frente de la gestora de Mieres a Carlos Galcerán, que apostó por José Manuel Rodríguez, por entonces un desconocido en la vida política local, como candidato del partido en las municipales. Poco a poco este ingeniero técnico de minas fue asumiendo peso en la gestión de la agrupación, asta que hace tres años Galcerán decidió dejarla presidencia y Rodríguez se posicionó para el cargo. Fue la última vez que se registró un conato de división interna, ya que a última hora surgió una candidatura encabezada por el ahora concejal Fernando Pintueles.

El nuevo presidente supo atajar las tensiones, integrando a Pintueles en su equipo y dándole protagonismo. Ahora trabajan codo con codo. José Manuel Rodríguez ha tenido la posibilidad de unificar el partido. La junta local es ahora un equipo sin fisuras. Además, Rodríguez mantiene una muy buena relación con las dos mujeres que más poder aglutinan dentro del partido en Asturias, la presidenta Mercedes Fernández, y la presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada. Conseguida la paz, el PP de Mieres tiene ahora otro reto: rearmarse electoralmente

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Lito Rodríguez en su presentación como candidato

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