Rajoy ha ganado 36 escaños en el año del bloqueo político
2016 / 11 / 21 ( La Razón )
Cuando están a punto de cumplirse cuatro meses desde las elecciones generales del pasado 26 de junio, el PP volvería a ganar unos comicios y aumentaría aún más la diferencia con respecto al resto de partidos entre 18 y 22 escaños, según una encuesta de NC Report para LA RAZÓN. En comparación con el PSOE, la ventaja sería de más del doble –159 por 71 escaños–. Además, la suma de los votos entre los populares y Ciudadanos oscilaría entre 182 y 189 diputados, lo que supondría rebasar con creces la cifra de 176 necesaria para conseguir una mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, algo que no fue posible el 26-J ni tampoco en los comicios que se celebraron el 20 de diciembre de 2015. La legislatura que hasta hace semanas parecía imposible se tornaría en inmediata y el tablero de los pactos que no ha hecho más que empezar –cada paso deberá ser negociado entre todos– quedaría desactivado.
El sondeo evidencia además el hundimiento absoluto del PSOE, cuyo declive ha sido progresivo desde el 20-D, pero que ahora queda igualado o incluso superado por Podemos; muestra además una ligera bajada de Ciudadanos; el estancamiento de ERC, PDC (antigua Convergència), PNV y CC y un mínimo repunte de los abertzales de EH Bildu.
Lo que resulta evidente es que el PP no hace más que sumar. Todo apuntaba a que así habría sido en caso de que hubiera habido unas terceras elecciones en sólo un año y esta prospección de voto lo confirma. El partido con sede en Génova con Mariano Rajoy al frente alcanzaría en este momento hasta 159 parlamentarios –lo que supone una subida de un 3,9 por ciento–, hasta 22 más que los 137 de hace cuatro meses y 36 más que en diciembre de hace un año.
Pero sin duda alguna, el dato más llamativo lo protagoniza la debacle socialista. La crisis de Ferraz no tiene visos de mejora sino todo lo contrario. El coste del bloqueo institucional –la machacona letanía del «no es no» de Pedro Sánchez– y la caída de su secretario general en un tenso Comité Federal el pasado 1 de octubre han abierto un periodo de incierto futuro que se trasluce en la intención de voto de los españoles en caso de tener que volver a las urnas: el PSOE, ahora en manos de una gestora y en crisis también con su marca en Cataluña, pierde la confianza de casi millón y medio de ciudadanos –una cifra que representa un 3,2 por ciento menos que el 26-J–, lo que se traduce en 14 o 18 asientos menos en la Carrera de San Jerónimo, esto es, 71 diputados en el caso más optimista o 67, precisamente el mínimo que alcanzaría Podemos, su gran rival para hacerse hueco como segunda fuerza parlamentaria. Pero el temor socialista a perder este rango en la Cámara Baja podría verse confirmado si en lugar de perder cuatro escaños, los morados lograran añadir dos, como apunta el sondeo. En este supuesto, Unidos Podemos –la formación morada más la suma de Izquierda Unida, En Común Podemos, Compromís y En Marea– superaría por primera vez al PSOE en el Parlamento con 73 diputados, dos más que los socialistas si éstos llegaran a esos 71 que incluso pueden parecer una quimera a la vista de cómo está el escenario político.
El desglose del reparto del voto que va a los podemitas y sus marcas refleja que la mayor caída se produce en Unidos Podemos –la suma de los partidos de Pablo Iglesias y Alberto Garzón registra hasta tres escaños menos o añade uno–, mientras que En Común Podemos y Compromís se quedan igual o suman o pierden un representante, respectivamente. En Marea mantiene sus sufragios.
La cuarta fuerza en el Congreso es Ciudadanos, que puede perder entre dos y cinco diputados, que suponen entre 27 o 30 asientos en el Hemiciclo. El vaivén de los de Albert Rivera apoyando primero al PSOE y luego al PP les pasa factura, aunque el desgaste habrá sido menor seguramente por su firme empeño en alcanzar un acuerdo de gobierno después de meses de bloqueo institucional.
El panorama en Cataluña registra pocos cambios. ERC, que se consolidó el 26-J como la segunda fuerza catalana en las elecciones generales y primera fuerza independentista, mantiene su hegemonía e incluso suma sufragios, aunque no varían sus nueve representantes en Madrid.
Por su parte, el Partido Demócrata Catalán (PDC) –la antigua Convergència– retiene los ocho escaños obtenidos en las pasadas elecciones pese a perder un 0,4 por ciento de votos.
Respecto al País Vasco, persiste la hegemonía del PNV que, aunque pierde un 0,1 por ciento de papeletas, suma de nuevo cinco escaños, mientras que a EH Bildu un mínimo repunte del 0,1 por ciento le permite sumar otro asiento en el Congreso, donde ya tenía dos.
Por último, Coalición Canaria conserva su solitario representante en la Cámara Baja.
Reflejo del hastío vivido por tantos meses de desgobierno y la doble convocatoria electoral que pudo ser triple, la participación prevista decrece 9,2 puntos con respecto al pasado mes de junio: del 66,5 por ciento se queda en el 57,3 por ciento.
Por partidos, los electorales más fieles son los del PP. Hasta un 88,4 por ciento renovaría su papeleta para los de Mariano Rajoy. En cuanto al PSOE, lo haría un 65,9 por ciento, mientras que un 24,5 se abstendría antes que dar su voto a otras formaciones.