El Pleno celebrado ayer escenificó el malestar existente en el movimiento vecinal de Mieres con el gobierno local de IU. Los portavoces del principal colectivo asociativo del concejo, que aglutina a casi ochenta entidades, se fue del Ayuntamiento casi a las tres de la tarde lanzando reproches, casi improperios, contra el alcalde, Aníbal Vázquez, y su equipo de concejales. Estaba previsto que el presidente de la Agrupación, Arsenio Díaz Marentes, interviniera durante la sesión plenaria para plantear una serie de exigencias al regidor. Tras cinco horas de espera -el Pleno comenzó a las nueve y media de la mañana-, los dirigentes vecinales abandonaron el Consistorio totalmente desesperados y visiblemente malhumorados, ya que se les informó de que no se les daría la palabra hasta el final del encuentro, que se prolongó hasta última hora de la tarde.

"Ellos cobran más 200 euros por asistir al Pleno, pero nosotros tenemos familias y obligaciones, y no podemos estar todo el día en el Ayuntamiento para poder leer un comunicado de un folio", criticaron los portavoces del movimiento vecinal. Tras horas escuchando debates sobre, entre otras cosas, la ley estatal de educación, la política de Israel o el laicismo, los responsables de las asociaciones abandonaron el Pleno muy molestos. "Este es un ejemplo más del desprecio con el que nos trata este gobierno de IU", apuntaron. Y añadieron: "Este es el pago que recibimos tras cuatro años avalando las políticas de recortes y reducción de servicios". La Agrupación anunció que el próximo 6 de marzo organizarán una reunión para adoptar medidas de protesta. Valoran concentrar al movimiento vecinal en el Ayuntamiento, "con una toma simbólica".

Tras dejar el Pleno los vecinos, el PP siguió el mismo camino. Los concejales dejaron sus asientos en solidaridad con las asociaciones: "Resulta que no hay problemas para adelantar una moción al estar presentes miembros de la Red de Municipios Laicos, pero a los vecinos del concejo se les arrincona", señaló el portavoz popular, José Manuel Rodríguez. El gobierno local criticó ayer el "teatro" del PP y aseguraron que si los vecinos no se hubieran marchado también hubieran podido intervenir".

El comunicado que los vecinos no pudieron leer ayer recogía varias reivindicaciones. "Después de cinco años, el movimiento vecinal y los ciudadanos de este concejo consideran que es preciso realizar una política local diferente encaminada a subsanar las necesidades que tienen nuestros barrios y los pueblos, dado el estado de deterioro que presentan, por lo que es preciso abordar actuaciones pendientes", recogía el texto que al final no se leyó. El movimiento vecinal, en concreto, reclama la elaboración de unos nuevos presupuestos, la reorganización de los servicios municipales y la adaptación de las ordenanzas municipales "a la realidad de nuestros municipio, que sufre una caída de población de consideración, con altas tasas de paro y un marcado envejecimiento".

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