Ujo, puerta de cultura
2014 / 03 / 10 ( La Nueva España )
Sobre la conservación y protección de la iglesia de Santa Eulalia
José Juan García Concejal del PP en el Ayuntamiento de Mieres
Aunque no es pacífica la interpretación de la denominación toponímica, si resulta mayoritaria aquella que entiende que Ujo deriva del bajo latín Ustium, entrada o puerta pequeña que daba acceso a la Vega de Mieres, parte de lo que en otro tiempo se denominó la Dehesa de Valgrande que se extendía desde Arbás del Puerto hasta el Padrún.
Ujo, a mitad de camino entre Lena, Mieres y Moreda de Aller, es cruce de caminos donde convergen las distintas bifurcaciones de la ruta de la Carisa. Camino de origen prehistórico que entre los años 16 a 14 A.C fue mejorado por el general romano Publio Carisio para la entrada en Asturias de la Legio VII Gémina. Allí se asentaron los romanos y testigos de ello son las Aras Votivas de Lucio Corona al dios astur Nimedo Seddiago , la estela funeraria de Cayo Sulpicio Ursulo centurión de la Legio I Minerva Pia Fidelis, de cohors XII Urbana, cuya misión era la vigilancia y cuidado de la defensa de Roma, igual cargo de la cohors IV Praetoria, portador del águila legionaria de la Legio XVIII, de esta pasa a la Legio III Augusta, ascendiendo a praefectus, equivalente a general.
En Ujo también hubo lugar para el Prerrománico y así lo atestigua la "lauda del párvulo Velasco" fechada hacia el año 921, que se conserva en el interior del actual templo parroquial y con anterioridad, también lo hace un acta de donación del año 860 por el que Ordoño I dona al primer Obispo de León, Fromino, la Iglesia de Santa Eulalia de Ujo "con todos sus ornamentos, libros viñas, pomares, bienes y tierras".
El Camino de Santiago al que Ujo está tan unido va a traer consigo nuevos aportes culturales: el arte románico. Así ente los siglos XII y XIII el antiguo y pequeño templo prerrománico deja paso al templo románico de Santa Eulalia de Ujo, templo que por las exigencias del progreso, porque los dueños de los terrenos de Ujo tampoco quisieron que el ferrocarril pasase por los terrenos más próximos al río Caudal y porque primaron los intereses económicos de la Sociedad Hullera Española que en 1922 impidieron su catalogación como Monumento Nacional, obligando a las remodelación de viejo templo, reorientándolo en sentido Norte- Sur, en lugar de Oeste- Este, ya que como todo templo antiguo se orientaba hacia el Este, hacia Jerusalén.