El circo Kaos representó su espectáculo el pasado agosto durante casi dos meses en Gijón. En esa estancia nacieron dos cachorros de tigre blanco a los que bautizaron como Serena, la hembra, y Quini, el macho, en honor al exjugador del Sporting. Y el año anterior también tuvo lugar el alumbramiento de un león blanco de los mismos propietarios, al que nombraron Júpiter. Todos ellos quizás no puedan regresar a su "ciudad natal" para actuar tras la decisión del Ayuntamiento de vetar los circos con animales. Kaos es el último de ellos que visitó Gijón antes de la polémica decisión del Pleno.

"Son animales artistas que, tanto ellos como sus padres y abuelos, han nacido en cautividad, siempre en casa. Eso es señal de que los animales están bien tratados y bien cuidados. Además están vigilados a través del Seprona, que comprueban con frecuencia si están bien, y veterinarios propios y de cada ciudad a la que vamos", señala Enrique Luna actual director de Cirkus Kaos que denuncia el desconocimiento de quienes critican la presencia animal en las pistas circenses. "Somos los primeros en estar en contra y en denunciar el maltrato animal. Pero estas personas no tienen la información que deben tener cuando dicen que son animales salvajes; no son salvajes, son animales exóticos nacidos en cautividad desde muchas generaciones", explica. El veto aprobado en el Pleno de Gijón se basó en una iniciativa del colectivo Anadel, alegando que los ejemplares de circo sufren maltrato para su adiestramiento.

Los animales del Cirkus Kaos, coprotagonistas de películas como "Gladiator" o programas como "El juego de la oca", sirven, según sus cuidadores, para mostrar a los más pequeños el mundo animal que "de otra forma no podrían aprender más que por internet". "¿Cuántos niños de Gijón han visto un león o un tigre blanco en persona? Muy poquitos, son animales que no existen en libertad", añade Luna.

La decisión aprobada la pasada semana por toda la corporación municipal -Foro, PSOE, Xixón Sí Puede, IU y Ciudadanos-, a excepción del PP que votó en contra, no ha sentado bien a la familia que dirige Cirkus Kaos que incluso lo afronta como una acción ilegal. "Para cada función en Asturias el Principado nos da una licencia para poder trabajar con animales exóticos en el circo. En Gijón siempre hemos actuado en un recinto privado, alquilando el terreno. Que el Ayuntamiento te prohiba o no te otorgue la licencia de apertura en un terreno privado pienso que no es legal porque no hay ninguna ley en España que diga que en los circos no pueda haber animales", revela Enrique Luna.

La falta de legislación al respecto del "espectáculo más antiguo y cultural de la tierra" deja en peligro el circo tradicional. "Nunca se han ocupado del circo, ahora se ocupan de quitarlo. Todos los Ayuntamientos quieren ser muy modernos y quieren quitar los circos, los toros y hasta las Fallas. Todo lo que es tradicional en España", denuncia al tiempo que explica que en otros países europeos la normativa está más adelantada como Francia y Alemania: "Ahí está todo regulado y tienes que demostrar que eres apto para poder trabajar con animales exóticos".

La decisión de los munícipes ha provocado la protesta de la Asociación Circos Reunidos, que han remitido una carta a la alcaldía, mencionada por Carmen Moriyón en el Pleno, advirtiéndole de la posibilidad de acabar en los tribunales por prevaricación y del agravio que supone esta decisión para el sector. "Que no se enfade la Alcaldesa porque no se le acusa, solo queremos avisarla. Se le dice que si prohíbe la actuación en un terreno privado podría incurrir en un delito de prevaricación. Esto sería prohibir por prohibir", mantiene Manuel Gilda, letrado de Circos Reunidos.

Calumnias e injurias

También combaten las acusaciones de maltrato animal que se asociación a los circos. "Es habitual en las mociones presentadas hablar de maltrato animal. Si no se constatan circo a circo, mediante servicios veterinarios o municipales, se nos está imputando sin pruebas un delito de maltrato animal. Y les recuerdo que en el Código Penal también está el delito de injurias y calumnias, porque los circos que pertenecen a nuestra asociación son modélicos. Y contra eso sí tomaremos medidas legales", sostiene Gilda. El texto aprobado en el Pleno gijonés es ejemplo de ello. "No descarto que se puedan emprender acciones legales porque ya en la moción presentada se habla de maltrato animal", advierte.

La familia circense ve difícil el circo sin animales. "¿Qué pintor o qué albañil puede llevar a tres hijos, la suegra, la mujer al circo del Sol si la entrada más barata son 50 euros? Aquí la más cara cuesta 15 euros, así puede venir todo el mundo. Ese es nuestro éxito, ser un circo del pueblo", remata Enrique Luna.

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