Con la intención de organizar calendarios, programas y agendas de cara a la cita electoral de mayo, la presidenta del PP en Asturias y candidata a la Presidencia del Principado, Mercedes Fernández, se reunió ayer con los cabezas de lista de Gijón y Avilés, Mariano Marín y Carlos Rodríguez de la Torre. Con el Cantábrico de fondo y un insistente viento azotando la playa del Arbeyal, el encuentro en la Casa del Mar tenía como objetivo «engrasar la maquinaria» de la formación para los próximos comicios y contó, por lo tanto, con la asistencia del director de campaña, el diputado Luis Venta, y su portavoz, David González Medina. Fue una comida informal en la que se habló, claro, de las candidaturas aún por cerrar. Pero también se repasaron las piedras angulares del programa que los populares presentarán en Asturias y que, en esta ocasión, advirtieron, estará marcado por una batería de medidas de regeneración democrática.

Algunas, reclamadas por la formación desde hace tiempo. Es el caso de la habilitación del mes de enero como periodo ordinario de sesiones o la reducción de los aforamientos. Acorde a los criterios de transparencia que calarán en los programas de la mayor parte de los partidos, el PP rechazará la contratación de familiares como cargos de confianza. Y una novedad: «Que no se propongan magistrados en el Parlamento asturiano» para el TSJA, anunció Mercedes Fernández.

El empleo, la industria, la educación -la libertad de elección de los padres y la accesibilidad a las escuelas de 0 a 3- y la sanidad serán los otros grandes protagonistas de una campaña «de mucho trabajo, muchas ideas y muy pocos recursos» económicos.

Para ello, los populares aún tienen que poner nombre y apellidos a su propuesta. «La elaboración de listas va bien. Habrá nuevas incorporaciones y mantendremos a gente que ha trabajado muy bien», insistió la presidenta popular, convencida de que «combinado con un aumento importante del número de escaños, esto nos ofrece grandes posibilidades para hacer un equipo sólido, que quiera ganar». Y con esta afirmación, la primera pulla: «No todo el mundo quiere ganar». El PP, por lo contrario, no contempla otra posibilidad en sus vaticinios: «Nuestras previsiones son ganar y ser el partido más votado». Consciente de que «las mayorías absolutas van a empezar a formar parte del pasado», Fernández cuenta con «intentar ser la lista más votada para gobernar con acuerdos y alianzas». Y la segunda indirecta: «Esto no es para flojos, ni débiles. No es para quienes a la primera de cambio, disuelven y se marchan. Es normal que un señor que hace un trabajo hercúleo levantando cada día la persiana de su negocio y ve que el presidente de su región disuelve a la primera y se va piense que los políticos no le representan». La alusión, diáfana.

Sabe también que no todos comprenden ni comparten algunas de las decisiones tomadas esta legislatura por el Ejecutivo central, que en su opinión «han permitido a España volver a la senda del crecimiento». «Tendremos que explicar muy bien las cosas, saber decirle a la gente por qué les necesitamos y queremos que nos apoyen», reconoció. Dicho lo cual, confía en que los resultados de los comicios andaluces no se trasladen al Principado. «Por muchas razones». La principal, que «tenemos formas de vida y de pensamiento, en ocasiones, muy distintas» a las del Sur. Pero también porque el Partido Popular, al menos eso creen sus líderes autonómicos, está en otro punto. «Nosotros recibimos una sacudida tremenda cuando el que fuera durante mucho tiempo nuestro secretario general formó un partido para competir de forma directa contra el PP», asumió. Pero, ahora y tras haber «tocado fondo», es el momento de «reaparecer con nuevas fuerzas y energías». Para la formación, añade Fernández, «ya pasaron los malos tiempos. Ahora son tiempos de retornos» al partido.

Esta política de puertas abiertas no es nueva. Pero hay que tener en cuenta que, aunque los populares recuperasen parte de los votantes que en su día se acercaron a Foro, partidos como Ciudadanos han irrumpido con fuerza en el panorama político de todo el país. «Todo está por saber y por ver. Soy muy respetuosa con los resultados y la singularidad asturiana nos impide pensar que aquí va a ocurrir lo mismo que en otros sitios», incidió. Parte de esa singularidad, considera, responde a elementos tan importantes como que el PP regional «buscó que Asturias tuviera este año presupuestos», enfrentándose a Foro, IU y UPyD, «los partidos del guirigay del 'no'». Fernández recordó que todas estas fuerzas «nos pusieron a escurrir y, sin embargo, nunca nadie fuera del Hemiciclo nos reprochó nada». En un año electoral en el que «nadie se atrevió a hacer nada, nosotros lo hicimos todo. Pactamos los ingresos con los socialistas», concluyó.

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