El día 30 de enero volvían a saltar chispas en el sector educativo español. El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Educación aprobaba un Decreto de enseñanzas universitarias oficiales en el que se autoriza a las Universidades a desarrollar grados de tres años, y másteres de dos.
Una vez más, la izquierda, movida bien por la ignorancia, o por la malicia, saltaba en tromba a por el Ministro de Educación. Ahora vamos a ir, argumento por argumento, desmontando las mentiras que se han dicho sobre el nuevo Decreto.

En primer lugar, este Decreto es dispositivo, es decir, son las Universidades, dentro de su autonomía las que deciden si implantarlo o no. Hasta ahora existía un único sistema, el 4+1 (cuatro años de grado, y uno de máster), y ahora convivirán cuatro: 4+1, 4+2, 3+1 y 3+2. Será cada Universidad la que decida que carreras mantiene con el sistema 4+1 y cuales modifica hacia alguno de los otros tres nuevos sistemas.
El Espacio Europeo de Educación Superior (en adelante EEES) declaraba en su creación que uno de sus principios era la “promoción de la cooperación Europea para asegurar un nivel de calidad para el desarrollo de criterios y metodologías comparables”, pues tan sólo ocho de los cuarenta y cinco países que forman parte del EEES han optado por el rígido 4+1 aprobado por el PSOE en el año 2007, el resto optó por el sistema flexible que ahora ha aprobado el Gobierno de España.

Decía Susana Díaz, la Secretaria General del PSOE en la sombra, que esta reforma fue llevada a cabo sin consenso. Pues bien, la Conferencia General de Política Universitaria aprobó el 24 de julio con la práctica unanimidad de sus miembros la propuesta de Real Decreto. Además, no hay ninguna observación calificada por el Consejo de Estado como de carácter esencial. Las mejoras técnicas propuestas han sido incluidas en el texto final del Real Decreto. Por otra parte, la propia Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas propuso una duración flexible de los Grados en su informe de 2006 según el cual “podría optarse por una posición más flexible en la que existieran Grados entre 180 y 240 créditos”. Además, la implantación de títulos no tiene porque producirse necesariamente el curso 2015/2016, sino que puede optarse por una implantación progresiva.

Otra de las críticas, ha sido la obligación de realizar dos años de máster, cuestión que creo que por lo expuesto hasta ahora, ya cae por su propio peso, aún optando por la realización de un grado de tres años (ciento ochenta créditos) se podrá realizar un máster de un solo año.

Hablan también del encarecimiento del coste de los estudios universitarios, ya que las tasas de máster son más altas que las de grado. Una nueva falacia, puesto que para los másteres obligatorios que permiten ejercer las profesiones reguladas las tasas tienen el mismo precio que para los grados.

Siempre he creído que se coge antes a un mentiroso que a un cojo, los fines de esta reforma son los siguientes: Contribuir a que las universidades que han iniciado un proceso de especialización consigan una mayor excelencia; solucionar los problemas de los estudiantes universitarios españoles que quieren acceder a un doctorado en el extranjero; facilitar cursar máster al permitir la realización de una parte en España y otra en el extranjero y potenciar la autonomía universitaria garantizada por la Constitución.
No dejes que nadie te mienta: No se impone un cambio de modelo, tan solo se facilita a las universidades que quieran implantar esta opción que puedan hacerlo.
No se rebajan los niveles de formación de los universitarios ni se obligará a los alumnos a cursar titulaciones de máster. Las titulaciones de grado seguirán siendo las que permitan el acceso al mercado de trabajo. Si el alumno universitario se incorpora al mercado de trabajo y desea continuar con su formación posteriormente lo podrá hacer cursando el correspondiente máster. Las profesiones reguladas por Directivas Europeas o por normativa nacional de carácter sectorial no se verán afectadas.

El Sindicato de Estudiantes ha convocado dos días de huelga por este nuevo Decreto, será la cercanía de las elecciones, o también puedo entender que a veces dé pereza ir a clase, a mí cuando era estudiante también me pasaba.

Víctor Ferreira Domínguez
Presidente de Nuevas Generaciones del PP de Mieres

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