El estado de los cauces de los ríos en las zonas urbanas de nuestro municipio es deplorable, pues contiene una gran cantidad de vegetación y mucha basura, que no solo dan lugar a focos insalubres y a malos olores, sino que pueden llegar a causar otros serios problemas al acercarse la época de lluvias.

Esta situación de abandono es debida a la ineficacia del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Mieres en sus relaciones tanto con el gobierno del Principado como con la administración del Estado, y más en concreto con la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.

La pasividad de todas las administraciones ha conducido a que el Ayuntamiento de Mieres destine una partida de 75.000€ del remanente municipal para sufragar una parte de la limpieza al firmar un convenio con la Confederación Hidrográfica. ¿El resultado? Pues que tenemos 75mil euros menos y no se limpia nada. Otros ayuntamientos, como los de Colunga, Grado y Gijón, han firmado ese mismo convenio, pero si se limpian sus ríos.

Está claro que Izquierda Unida de Mieres prefiere freír a impuestos a todos los mierenses para contrarrestar con dinero su ineficiencia en la gestión de algo tan sencillo como cumplir la legislación vigente sobre la limpieza de cauces. Claramente sigue jugando con el dinero de los mierenses, evadiéndose de su responsabilidad en un tema tan importante como el que nos ocupa al desaprovechar los recursos que ofrece la Confederación, justo lo contrario de lo que hacen otras Corporaciones municipales.

Los cauces de los ríos Turón, San Juan, Cuna, Miñera y el del arroyo Duró están en un estado tan deplorable que necesitan una actuación de limpieza y saneamiento urgente. Por ello, desde el Partido Popular urgimos al alcalde de Mieres para que, sin excusas y de forma inmediata, negocie con la Confederación Hidrográfica del Cantábrico la limpieza de todos los cauces de nuestros ríos y arroyos, de forma que ambas administraciones (Ayuntamiento y Confederación) acuerden y concreten en el tiempo su limpieza a fin de evitar males mayores que los que ya padecemos los mierenses, tales como olores nauseabundos y la proliferación de ratas en todos esos lugares